La obra marista, ha dado pasos inesperados en la historia de distintos países a lo largo del mundo. Desde Francia, los hermanos empezaron a repartir la obra y enseñanzas de San Marcelino Champagnat. Su primer asentamiento de habla hispana fue España.
Congregación de los Hermanos Maristas no había alcanzado aún a los países de habla hispana, cuando reciben una interesante invitación por parte de los Padres Lazaristas de Buenos Aires escribieron al Reverendísimo Hno. Teófano, Superior General, ofreciéndole la fundación de un colegio en tierras argentinas. El H. Teófano aceptó y encargó el caso al H. Bérillus, Asistente General.
El H. Bérillus eligió a cuatro Hermanos, dos de ellos muy jóvenes, y les expuso su plan: Debían viajar a España, en donde pasarían una temporada aprendiendo la lengua castellana; luego viajarían hasta Argentina.
En la mañana del 19 de diciembre de 1886, llegaron a Gerona (Cataluña, España) cuatro Hermanos Maristas desde Francia. El objetivo del viaje era aprender el idioma español para luego dirigirse a Buenos Aires (Argentina), para hacerse cargo de una escuela.
Pero los caminos del señor son misteriosos y luego de su excelente comportamiento, la comunidad española los invitó a quedarse y les dio la oportunidad de crear distintos institutos. El primero con 5 estudiantes fue fundado en la la calle Fournás.
El viaje hacia Argentina nunca se realizó y este fue el origen de la fecunda obra marista en habla hispana.