Mirando el amor y la bondad de Dios en cada uno de sus detalles para con sus amados hijos e hijas, durante la jornada y en ambiente de reflexión, diálogo y dinámicas, pudimos reconocer que el Señor es nuestro Dios y nuestro salvador.
Alabamos al Señor porque los alumnos y alumnas de quinto básico, manifiestan el deseo de entregar su amor a Jesús, poniéndose al servicio de quienes necesitan de su amor y apoyo.
Pedimos que Dios, nuestro Buen Padre bendiga cada una de sus historias junto a sus familias, invitándoles a anunciar la paz en medio de su comunidad.
Brindamos a ellos, sus educadores y familia, un abrazo agradecido en Jesús y María, nuestra Buena Madre, a quienes pedimos que mueva nuestros corazones para que correspondamos generosamente a la acción de la gracia y los dones del amor que Dios nos brinda tan gratuitamente a cada paso.


“Yo pasé a tu lado, te vi y te dije: 
Vive y crece como la hierba del campo…”
EZEQUIEL 16, 1-15. 60. 63