El idioma es una gran barrera para muchos de los migrantes que llegan a Chile, principalmente para las personas que vienen de Haití, en donde su lengua madre es el creole haitiano, una mezcla entre inglés, africado y francés, que se creo entre esclavos para que sus captores no lograran entender sus conversaciones.

La barrera idiomática es real, y el apoyo que necesitan no lo encuentran principalmente en los chilenos, sino que por medio de otros migrantes logran desarrollar los procesos básicos, como la legalización de su estancia, encontrar trabajo, un lugar donde vivir y un colegio en donde educar a sus hijos. Por medio de un gran esfuerzo, superando grandes barreras, logran establecerse en Chile y hacer este su país. Pero siempre queda algo… El Idioma.

El español es una lengua compleja, posé al menos 35 tiempos verbales en comparación a 5, y ni hablar del “español chileno”, lleno de modismos y palabras inventadas que sólo la convivencia te permite entender y compartir.

En muchos de estos casos, son los niños quienes representan la cercanía del idioma, ya que están expuestos de manera primaria al idioma, a través del colegio y el apoyo pedagógico. Pero ¿qué pasa con sus padres?

A lo largo del tiempo, ellos logran incorporar el idioma, pero mientras tanto y como todos los padres, presentan inquietudes sobre los procesos de sus hijos en el colegio o con sus pares, pero esta brecha los aísla y limita en la realidad escolar.

Desde esta motivación, parte del equipo de orientación tomó un curso de creole con el profesor Alson Time. Después de algún tiempo de clases, llegó la fecha de poner a prueba lo aprendido.

Llegamos a la primera instancia de reunión, en donde las profesoras pudieron conocer las dudas que las apoderadas tienen sobre los procesos escolares y sobre el rendimiento de sus hijos, además de compartir sus experiencias de vida en Haití y en Chile.

Este paso se suma al quehacer constante para derribar barreras y aportar en la inclusión. Todos tienen derecho a Educarse, sentirse respetado y a su libertad, y para estos y más, somos una institución de educación. Somos la familia Marista